Tres pasos para impulsar la resiliencia empresarial

Ante las turbulencias de la economía, las empresas deben fortalecer su resiliencia empresarial ante los cambios económicos en la región.

Lo vienen anunciando los más destacados analistas: siguen las turbulencias en el vuelo de la economía mundial. Según el Banco Mundial, el crecimiento sigue perdiendo velocidad en un contexto de alta inflación, políticas monetarias restrictivas y condiciones crediticias limitadas.

En este contexto, América Latina ha superado las expectativas de los organismos multilaterales que han mejorado sus previsiones para el segundo semestre de 2023 con promedios de crecimiento cercanos al 1.5% del PIB regional. Pero los resultados distan del 3,7% registrados en 2022.

La inflación, las cadenas de suministro afectadas y los trastornos masivos en el mundo laboral agudizan los desafíos para las empresas. Estamos atravesando turbulencias que exigen a las empresas latinoamericanas mayor capacidad de adaptación a condiciones cambiantes.

Mantener un efecto resiliente en las organizaciones depende de la consolidación de tres variables fundamentales para el futuro de los negocios.

  1. Resiliencia digital

El desarrollo de infraestructuras y modelos de negocio digitales es importante para poder reaccionar rápidamente en situaciones críticas y sobrevivir económicamente. Además, contribuyen a aumentar el propio éxito empresarial y la competitividad. Los enfoques para aumentar la resiliencia digital incluyen la planificación e implementación de procesos digitales en toda la empresa, el establecimiento y el cumplimiento constante de reglas de gestión de datos y digitales (gobernanza) y el desarrollo acelerado de innovaciones digitales.

  1. Resiliencia cibernética

Esto se refiere a la capacidad de reaccionar de manera rápida y eficiente a ataques o pérdidas de datos. De esta manera, la empresa puede minimizar los efectos negativos en los procesos operativos, la satisfacción del cliente, la estabilidad financiera y la reputación de la marca. La verdadera resiliencia cibernética se basa en cuatro elementos: asegurar los datos y los sistemas de gestión de datos, identificar riesgos y amenazas potenciales, responder correctamente a los ataques de datos y recuperarse rápidamente de la pérdida de datos.

  1. Resiliencia de la fuerza laboral

Un eslabón importante en la cadena de resiliencia es el factor humano. En tiempos de trabajo híbrido, teletrabajo y el uso de dispositivos privados para fines profesionales, los empleados deben recibir una formación integral tanto en nuevas tecnologías como en ciberataques de todo tipo. El objetivo es que todos los empleados puedan utilizar eficientemente las tecnologías a su disposición y enfrentar los cambios de manera rápida y acertada. Las evaluaciones regulares de resiliencia cibernética pueden ayudar a verificar y mejorar el grado de esta preparación.

En un mundo empresarial marcado por la rápida evolución de las condiciones económicas y la constante amenaza de cambios disruptivos, la resiliencia se ha convertido en un imperativo fundamental.

Ante la inminente necesidad de cambio, la autoevaluación continua de procesos y recursos, así como la implementación ágil de medidas correctivas se perfilan como estrategias esenciales para garantizar el éxito y la supervivencia de las empresas en un entorno empresarial desafiante y en constante transformación.